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Filosofías que explican el porque de la adicción

Ya sea que una persona sea genética o bioquímicamente predispuesta a la adicción o al alcoholismo es una controversia que se ha debatido por años dentro de las comunidades (sociedades) científicas, médicas y de dependencia química. Una escuela de pensamiento aboga por el “concepto de enfermedad”, el cual se apega a la noción de que la adicción es una enfermedad heredada, y que el individuo está enfermo permanentemente a nivel genético, inclusive para aquellos que han vivido largos períodos de sobriedad.

Otra filosofía alega que la adicción es un problema dual que consiste en dependencia física y mental en químicos, complicada por un desorden mental preexistente (por ejemplo; depresión clínica, desorden bipolar, o alguna otra enfermedad mental), y que el desorden mental debe ser tratado de antemano como la causa primaria de la adicción. Una tercera filosofía se suscribe a la idea de que la dependencia química a “desequilibrios químicos” en el sistema neurológico.

Queda el hecho de que hay investigación científica para respaldar todos esos conceptos, pero que ninguna de estas teorías es absoluta. Basado en promedios nacionales tenemos una tasa de recuperación de un 16 a un 20%. El mensaje es muy claro que tenemos mucho que aprender si vamos a subir el promedio nacional a un nivel más deseable.

Hay una cuarta escuela de pensamiento, la cual ha demostrado ser más exacta. Tiene que ver con el ciclo de vida de la adicción. Esta información tiene aplicación universal a la adicción, sin importar cuál hipótesis se use para explicar el fenómeno de la dependencia química.

El ciclo de vida de la adicción comienza con un problema, un malestar o alguna forma de dolor mental o físico que una persona está sintiendo. La persona encuentra que esto es un asunto muy difícil de manejar.

las causas de la adiccion

Es importante descubrir la causa real que impulsó a la persona a caer en la adicción.

Aquí hay un individuo quien, al igual que la mayoría de la gente en nuestra sociedad, es básicamente bueno. Ha encontrado un problema o un malestar que siente incapaz de manejar. Esto puede incluir problemas tales como dificultad para “adaptarse” de niño o de adolescente, ansiedad debida a presión de parte de sus compañeros, problemas de identidad o de divorcio como adulto. También podría incluir malestar físico tales como un brazo roto o la espalda lastimada.

La persona que siente el malestar tiene un problema real. El siente que el problema es una situación importante que persiste y para la cual no puede encontrar una solución o alivio inmediato.

Todos hemos estado en una situación similar en algún grado en nuestras vidas. La diferencia entre cuán de nosotros se vuelve adicto y cuál no, depende de si estamos o no, en el momento de esta experiencia traumática, sometidos a influencias pro-drogas o alcohol a través de algún tipo importante de presión ambiental cuando el problema se manifiesta. Los efectos de las drogas o el alcohol para quitar el dolor se vuelven una solución al malestar porque la persona siente alivio del sentimiento negativo asociado con el problema.

Tan pronto como el adicto siente alivio del malestar, él inconscientemente le agrega valor a la droga o al trago, porque le ayudó a sentirse mejor. Aún si el alivio es solamente temporal, se adopta como una solución al problema y este valor asignado es la única razón por la cual esta persona alguna vez usa drogas o alcohol una segunda vez, una tercera o más veces. En este punto es cuestión de tiempo para que se vuelva adicto completamente y pierda su habilidad para controlar su consumo de drogas.

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Lea la segunda parte de este artículoLas barreras para una recuperación exitosa