pastillasCuando aprendemos acerca de las víctimas de la Guerra Civil americana, normalmente escuchamos acerca de los 620.000 muertos en combate o acerca de los fallecidos a consecuencia de accidentes o enfermedades.

Con menos frecuencia escuchamos acerca de los cientos de miles de soldados que tuvieron la supuesta fortuna de sobrevivir a la guerra tan sólo para encontrarse sufriendo de una agobiante adicción a la morfina, la cual fue ampliamente utilizada para tratar muchas de las enfermedades y lesiones que tenían las tropas ya que este poderoso analgésico se usaba por la ausencia de curas eficaces. La historia sirve para ejemplificar el hecho de que la adicción a los analgésicos no es para nada nueva. Los estadounidenses han estado luchando contra los medicamentos para el dolor por al menos 200 años, pero se ha convertido en un problema mucho más grave en los últimos años. “Hoy en día, los adultos jóvenes son los que más abusan de los analgésicos prescriptos, los estimulantes y los tranquilizantes,” dice el Presidente de Narconon Internacional, Clark Carr. “Lo hacen para drogarse. Pero porque creen que las drogas les ayudan, lo cual dista bastante de ser verdad. Sin embargo, lo que es peor aún, es que el año pasado, 12.000 estadounidenses murieron por sobredosis accidental por consumo de medicamentos con prescripción. Eso es más de 30 muertes al día”. Si sospecha que su cónyuge, su hijo u otro ser querido pueda estar abusando de los analgésicos, es importante que entienda los signos, de modo de tomar las medidas preventivas de una vez:

• Sedación – Los analgésicos son drogas opiáceas, lo que significa que son muy similares a la heroína y son derivados del opio. Como tal, provocan una nota que a menudo le harán parecer estar como sedado o somnoliento o puede que pronuncie mal las palabras.

• Altos y bajos – Un adicto a los analgésicos está propenso a sufrir oscilaciones que van desde las alturas de la euforia a la profundidad de los bajones. A veces, puede sentir que todo está bien en el mundo, mientras que en otras ocasiones podría ser objeto de toda clase de dolores y molestias.

• Se queda sin pastillas antes de tiempo – Si su ser querido tiene una prescripción de analgésicos, debería preocuparse si se le agota la prescripción antes de lo previsto; esta es una clara señal de abuso.

• Visitar varios médicos por la misma enfermedad – Usted puede descubrir que su ser amado está buscando récipes médicos a través de varios doctores. Este truco de ir de médico en médico tiene el propósito de obtener el mismo medicamento una y otra vez ya que de lo contrario sólo le sería recetado una vez con una dosis determinada.

• Faltan pastillas – Si usted tiene una prescripción de analgésicos, debería estar preocupado si pareciera que le están faltando pastillas o se le están acabando antes de tiempo. Lo más probable es que alguien en el hogar está robando las pastillas con fines que distan de ser médicos.
• Botellas de prescripciones vacías – ¿Ha encontrado botellas de prescripciones vacías por ahí? Su cónyuge o su hijo pueden estar obteniendo píldoras por otras vías para abusar de las drogas.

• Jeringas – El abuso de analgésicos normalmente empieza simplemente tomando más y más píldoras que las indicadas por el doctor, pero un adicto con una seria adicción empezará a machacar las pastillas para mezclarlas en una solución que puede ser inyectada para obtener una nota más potente y directa.
• Píldoras molidas – Otra forma de abusar de los analgésicos es aspirando las pastillas, y esto requiere aplastarlas hasta obtener un polvo fino. Podría encontrarse por ahí unos residuos de polvo de píldoras.

• Comportamiento compulsivo con los medicamentos – ¿Su ser querido parece obsesionarse con sus pastillas, manteniéndolas siempre cerca de si o centrando su rutina alrededor de la siguiente dosis? ¿Se pone a la defensiva con respecto a los medicamentos?

• Continuar su uso después de que la condición está manejada – El signo más claro y que sin embargo más pasa desapercibido, es que la persona todavía está tomando el medicamento después de haber terminado el tratamiento para el cual fue prescrito. Si su ser querido sigue utilizando los medicamentos, puede asumir que ha comenzado a abusar y ya podría estar adicto.

No corra riesgos con el abuso de los analgésicos. En este momento, estos medicamentos producen más muertes cada año que la heroína y la cocaína combinadas. Tome medidas para salvaguardar la salud y la felicidad de su ser querido.