El Presidente de Narconon Internacional informa que el programa de rehabilitación de drogas Narconon ayuda a contrarrestar el crecimiento en el consumo de estimulantes de tipo anfetamínico, proporcionando a los adictos una forma eficaz de recuperarse. En todo el mundo son la cocaína, la heroína, la marihuana y el abuso de drogas recetadas los que normalmente se llevan los titulares. Parece que debería prestarse más atención a los estimulantes de tipo anfetamínico. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), los estimulantes de tipo anfetamínico (amphetamine-type stimulants o ATS) son las drogas que están volviéndose más populares en todo el mundo, atrayendo a los consumidores de forma más rápida que cualquier otro tipo de drogas.

Clark Carr, presidente de Narconon International, comentó: “los adictivos y dañinos estimulantes de tipo anfetamínico han sido, desde hace mucho, el azote de los Estados Unidos, y ahora han aumentado la velocidad de su distribución a otras regiones del mundo. La única buena noticia para esta situación es que Narconon ha estado rehabilitando de forma exitosa a los adictos a tales estimulantes”.

El nuevo informe de la ONU, la Evaluación Global de ATS 2011, observó que drogas tales como el éxtasis, las anfetaminas y las metanfetaminas, están ahora en el segundo lugar de las drogas más consumidas, colocándose después del cannabis. Lo que hace que la lucha contra estas drogas sea más dura es que son totalmente sintéticas, por lo que no necesitan estar próximas a campos de cultivo de amapolas de opio o cannabis. Un fabricante de drogas sólo necesita un suministro de precursores químicos, fabricados de forma abundante en China, India y en otras áreas. Incluso si un precursor químico no está disponible, es posible obtener otros productos químicos que están disponibles con facilidad, y sintetizar el precursor.

Los estimulantes de tipo anfetamínico han sido fabricados normalmente cerca de los mercados de consumo, lo que significa que hay poco transporte involucrado. Esto hace que sean más difíciles de rastrear y de aprehender la droga. Según los grupos internacionales del crimen organizado han ido aprovechando esta oportunidad en crecimiento para cosechar beneficios provenientes de la adicción y de la destrucción de otros, los patrones de producción y de tráfico han comenzado a cambiar. Con la implicación de grupos del crimen organizado, están apareciendo redes internacionales de fabricación y de distribución, las cuales comparten proveedores, recursos y personal.

El informe de las Naciones Unidas registra un aumento en la fabricación y consumo de estimulantes de tipo anfetamínico en Indonesia, Malasia y Camboya, países que antes eran países de tránsito para este tipo de drogas. Los países con grupos criminales de fabricación de drogas que parecen que están uniéndose a lo anterior, son Japón, República de Corea y Tailandia, además de varios países de África occidental.

En el sudeste asiático, las incautaciones de pastillas hechas de estimulantes de tipo anfetamínico se dispararon desde 32 millones en 2008 a 93 millones en 2009, y a 133 millones en 2010.

El hecho de que los estimulantes de tipo anfetamínico puedan ser ingeridos y que no necesiten ser inyectados, hace que sean más populares entre las personas que asocian las drogas con un estilo de vida moderno y dinámico, o entre las personas que sienten que necesitan estas drogas para hacer frente a muchas horas de trabajo o jornadas extensas de trabajo físico, tales como los conductores de camiones.

“Muchas personas ven un riesgo muy bajo en el hecho de consumir estas drogas como parte de un club o de un escenario de música”, dijo el señor Carr. “Ellos subestiman los peligros y la capacidad de adicción de las drogas. Los estimulantes de tipo anfetamínico pueden volverse adictivos muy rápidamente para mucha gente. De hecho, el uso de metanfetamina y de éxtasis puede, en algunos casos, crear ansiedad severa después de un solo uso. Es posible que necesiten servicios de rehabilitación de drogas después de un corto período de consumo de estimulantes de tipo anfetamínico”.

Los centros Narconon de rehabilitación de drogas y alcohol, localizados en los cinco continentes, ofrecen un programa a largo plazo que logra buenos resultados con los adictos a los estimulantes de tipo anfetamínico. Una de las características clave de este programa es un procedimiento de desintoxicación de sudado en sauna que permite que el adicto en recuperación elimine las toxinas de drogas que permanecen en el cuerpo después del consumo de drogas. Se ha encontrado que estos residuos tóxicos tienen múltiples efectos negativos en el cuerpo y en la mente.

Cuando se eliminan los residuos mediante una combinación de suplementos nutricionales, ejercicio moderado y el tiempo en una sauna a baja temperatura, la vida puede recuperar el brillo que se perdió durante el consumo de drogas. Este proceso se llama Programa Narconon de Desintoxicación de la Nueva Vida, y es parte de la recuperación de drogas de cada persona en un centro Narconon.

“Uno de los efectos más perjudiciales y peligrosos de la adicción a los estimulantes de tipo anfetamínico, es que la persona que trata de lograr la sobriedad es perseguido por ansias de drogas por mucho tiempo”, añadió el Sr. Carr. “La fatiga aplastante y la depresión que sobrevienen cuando se deja de consumir estos estimulantes, son también factores de disuasión para conseguir una sobriedad de larga duración”.

“Afortunadamente, las ansias, la fatiga y la depresión no son rivales para el programa de rehabilitación de drogas Narconon. Según son eliminados los residuos de estas drogas, los adictos en recuperación informan que recobran su habilidad para pensar con claridad, que tienen un mejor estado de ánimo y una gran reducción en las ansias por drogas. En todo el mundo, siete de cada diez graduados de Narconon permanecen sobrios después de volver a casa, incluso esos que están recuperándose de la adicción a los estimulantes de tipo anfetamínico”.

A nivel internacional, el problema se resolverá sacando del negocio a las organizaciones criminales internacionales, mediante la educación de los jóvenes acerca de por qué se debe evitar el consumo de drogas y la rehabilitación de aquellos que quedan atrapados en la adicción.

Los centros Narconon proporcionan educación, así como rehabilitación, para evitar que los jóvenes se conviertan en consumidores de drogas, mientras las Naciones Unidas continúan dirigiendo la atención internacional a este problema creciente.